Y un grito tuyo me devuelve a la vida

Necesitaba gritar, sacar todo aquello que le comía por dentro, sacar todo el odio, todo el cariño, sacar el alma con un rugido, decirle al mundo cuanto lo odiaba por como le trataba, emitir el rugido más violento, melancólico, sádico, desesperado, ansioso, desgarrador, ...

Quería decirselo todo, y no buscaba palabras, porque no las necesitaba, solo quería desacerse de si misma, quería quedarse vacía, sentirse en paz, y, lo hizo.

Sacó toda la ira y el rencor, sacó todo lo que le perseguía, pero no consiguió alejarlo, lo único que consiguió fue estremecerse, pues los miedos que la perseguían no dejaron de hacerlo, lo único que no volvió fue un poco de su alma, perdió un poco de humanidad con aquel grito, se hizo extraña a si misma.

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Pues eso, que no griteis, no dejeis de ser vosotros mismos, no huyais, plantadle cara a todos esos miedos, luchad.